Tener una piel bonita es el sueño de todos. ¡Vamos a descubrir cómo es la nuestra!
La piel normal tiene la capa córnea permeable, un aspecto terso y sano, con grosor turgente medio, con tono uniforme, rosado y un tacto suave.
La piel seca tiene la capa córnea endurecida, con un tamaño del poro inapreciable, el tacto árido y áspero, con deshidratación y propensa a gestos y arrugas.
La piel seca y reactiva tiene la capa córnea transparente, con capilares visibles, el tacto árido y áspero, con aspecto congestionado y sensación de tirantez y ardor.
La piel seca y fotoenvejecida tiene la capa córnea engrosada, con hiperpigmentación, está deshidratada y con surcos marcados, arrugas y flacidez.
Por último, la piel grasa tiene la capa córnea engrosada y brillante, con poros dilatados y profundos, propensa a comedones, acné y muy a menudo sensible.
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Cuando vengas dinos la palabra clave: «Por mi cara bonita».